DECORACIÓN DEL BANQUETE DE BODAS
Cuando comenzamos a pensar en todo lo que queremos y necesitaremos para que nuestra boda sea la que nos gustaría que fuese, siempre tenemos en mente la decoración. ¿Cómo decoraré los espacios? ¿Qué estilo nos gusta más? ¿La finca tiene decoración o tendremos que aportarla nosotros?
La mayor parte de las veces que pensamos en la decoración, pensamos en los rincones decorativos que vemos en casi todas las bodas: el rinconcito de bienvenida, el corner con las golosinas, la preciosa mesita para el libro de firmas que parece sacada de un cuento… Pero, ¿qué ocurre con el mobiliario y el menaje?
El menaje en las bodas
Muchas veces no somos conscientes de que muchas horas del día de nuestra boda transcurren en el salón o espacio destinado al banquete. Los invitados verán el rincón de bienvenida al entrar al restaurante, pero serán 5 segundos; puede que la gente se detenga algo más en el rincón con el libro de firmas porque escribir un mensajito a los novios lleva su tiempo… pero, ¿cuánto rato pasarán los invitados en el salón o espacio destinado al banquete? ¡Mucho! ¡Horas!
Es por esto que este momento es clave para pensar y darle importancia a la decoración, pero en ocasiones nos encontramos con que no hay muchas opciones entre las que elegir. Durante nuestro año de boda estamos con el “Botón Boda” en modo ON y no nos cansamos de ver fotos en internet, blogs y revistas de otras bodas con salones preciosos, centros de mesa espectaculares y unos manteles y copas de colores que nos dejan con la boda abierta.
Cuando vamos al restaurante o finca, nos encontramos con la realidad. Tendremos que elegir entre dos o tres manteles; platos, vasos y cubiertos son los que hay y esos bajo platos tan monos de mimbre que ves en todos los catálogos “lo siento, pero no los tenemos”. ¡Y es normal! Los restaurantes no pueden contar con todas las opciones del mundo para satisfacer los diferentes gustos de todos los clientes.
No tienen lo que quiero, ¿cómo lo consigo sin dejarme un riñón?
Yo, además de wedding planner, también he sido novia y, tanto en mi boda como a día de hoy en las vuestras, nos seguimos encontrando con estas pequeñas barreras. Incluso, a veces, si queremos esas copas de colores o esos bajo platos de mimbre, se nos pasa por la cabeza el comprar 180 copas y 180 bajo platos (que dime tú que hacemos luego con ellos) pero… ¿y si los alquilamos?
Es cierto que hay varias empresas y muy buenas dedicadas al alquiler de menaje, pero cerca de Zaragoza… ay! La cosa se nos complica! Y no hablemos de otras ciudades… Plazos que “da miedo si no llegan a tiempo” y sobre todo, portes que duplican e incluso triplican el precio del propio alquiler.
