BODA EN JACA. Brianda y Samuel, lluvia, historia y diversión

Cuando conocí a Samuel y Brianda como su wedding planner, tenían clarísimo cómo querían su boda en Jaca: bonita, especial, elegante y, sobre todo, muy divertida. Buscaban una celebración auténtica, sin artificios, que no saturara a los invitados y que ofreciera una experiencia cercana y memorable. Su idea era disfrutar, compartir y vivir el día sin presiones ni poses forzadas. Una boda con personalidad, tal y como son ellos.

Ceremonia íntima en la Catedral de Jaca

Su boda en Jaca empezó en un lugar emblemático del municipio: la Catedral de Jaca. Sin embargo, no eligieron el templo principal, sino la Capilla de Santa Orosia, un espacio íntimo y muy especial para ellos. Este rincón acogedor, cargado de historia y significado, fue el escenario perfecto para un “sí, quiero” emotivo, cercano y sin excesos.
Tras la ceremonia, aprovechamos el claustro de la catedral para el reportaje fotográfico. Allí, entre piedra románica, galerías silenciosas y un ambiente de calma, las imágenes reflejaron a la perfección la esencia de esta pareja: tranquila, cómplice y auténtica.
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Una boda en Jaca con lluvia (y sin dramas)

Aunque era septiembre, el tiempo decidió sorprendernos. Sí, llovió. Y lejos de convertirse en un problema, la lluvia añadió aún más encanto a su boda en Jaca, aportando un ambiente romántico, tonos otoñales y un toque cinematográfico imposible de recrear en un día soleado. Samuel y Brianda no se dejaron empapar el ánimo; al contrario, abrazaron el momento, brillaron bajo la lluvia y lo transformaron en una oportunidad para disfrutar todavía más. Eso también forma parte de una boda real.
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Banquete en La Era de los Nogales: diversión auténtica

Después de la ceremonia, el banquete tuvo lugar en el restaurante La Era de los Nogales, un espacio ideal para bodas en el Pirineo. Samuel y Brianda querían diversión, pero sin que ellos fueran el centro del espectáculo. Por eso, creamos un juego interactivo para los invitados, en el que todos participaban de forma natural.
¿El premio final? Abrir el baile nupcial. Una idea perfecta para parejas que no desean protagonizar el baile tradicional, pero sí vivir un momento especial y compartido. La dinámica fue un éxito: risas, emoción, sana competencia… y los invitados inaugurando la pista.
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Unicornios, sí: unicornios

Y porque toda boda original necesita un detalle inesperado, decidimos dar un paso más: unicornios hinchables de colores. No eran un chiste, eran un símbolo de que una boda elegante también puede ser desenfadada, genuina y sin clichés. El contraste fue maravilloso: mesas cuidadas, decoración precisa y, de repente, unicornios. Una mezcla que hablaba exactamente de quiénes son Samuel y Brianda: auténticos, divertidos y capaces de reírse hasta de la lluvia.
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La boda de Samuel y Brianda fue la demostración de que una boda en Jaca no necesita grandes artificios para ser inolvidable. Basta con saber lo que quieres, respetar tu estilo y disfrutar lo que ocurra, incluso si el cielo decide cambiar los planes. Su celebración fue elegante, cercana, divertida y fiel a su personalidad. Cuando la actitud es buena, hasta la lluvia puede convertirse en la invitada de honor.

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